El domingo fue un día
especial, celebraba mi primer día de la madre! Y como no, participé
una vez más en una de las carreras que más me gustan: la carrera de
la mujer. Es una carrera especial, cada año más, ya que cada vez
somos más las mujeres que tomamos la salida. Es algo espectacular.
Este año con el cambio de recorrido hemos disfrutado de correr por
el centro de Madrid pasando por delante del Palacio Real, Sol, Ópera
y calles emblemáticas de la ciudad.
En algún punto del
recorrido, nos cruzábamos las que íbamos de vuelta con las que
venían y era impresionante la marea rosa que inundaba el recorrido.
En lo personal,
satisfecha al realizar toda la carrera sin tener que parar, a un
ritmo constante, era el primer día que corría desde hacía ¡más
de 4 meses! La única pena fue no poder entrar con Ariadna, mi peque,
en meta. Lo dejaremos para el año que viene.
Desde aquí felicitar a
todas las mujeres que participaron y animar a las que no lo hicieron
porque desde luego tienen que probarlo y repetirán seguro.
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