Un año más la gran marea rosa
inundó las calles de Madrid. Este año el recorrido era un auténtico lujo,
pudimos correr por el centro de la ciudad, ¡toda la Gran Vía era para nosotras!
Aunque en otras ocasiones he participado en pruebas en las que corrías por el
centro de Madrid, la carrera de la mujer es diferente, en las demás carreras
vas de incógnito entre todos los hombres, mientras que en la de la mujer te
sientes verdaderamente protagonista.
Con Pablo, Tamara y Ariadna antes de la salida |
Mi carrera fue aceptable, tras
una salida a ritmo suicida encabezando la prueba los primeros compases, fui
sobrepasada por el grupo de cabeza y corrí en solitario hasta casi llegar a Sol
donde nos juntamos un grupo de 4 ó 5 corredoras. El grupo se disolvió antes de
pasar por el Palacio Real y volví a encontrarme sola. A unos ¡80m de meta!
Pablo estaba esperándome con Ariadna en brazos para que entrara con ella en
meta… ¡demasiados metros para ir corriendo con mi peque en brazos! No lo dudé,
tenía claro que quería entrar con ella en meta, así que la cogí y terminé la
carrera muy despacito. En este punto, quería resaltar la actitud de la atleta
que venía detrás de mí ya que al ver que mi ritmo había bajado tanto por ir
corriendo con Ariadna en brazos no quiso adelantarme.
Metros finales con Ariadna en brazos (foto Elizabeth Tompson) |
La guinda del día llegó con la
clasificación de centros escolares y es que las chicas del colegio Alameda de
Osuna fueron segundas. Para mi es un orgullo que participen alumnas, madres y
profes y espero que cada vez seamos más.
1 comentario:
Holaaaaaa soy el torpedo. Impresionante lo que hiciste con tu hija me parece de madraza total y.... Reconozco que medias envidia..... De la buena :)
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